jueves, 3 de septiembre de 2009

La luciérnaga



La noche calló sobre el bosque y ésta era la señal que esperaba nuestra amiga la luciérnaga para salir de su letargo y recorrer la espesura de la maleza.

Pero esta vez se sentía diferente, su cuerpo estaba alborozado y vibraba como nunca antes lo había hecho. Era la llamada de la naturaleza que le pedía a gritos salir a buscar quien bailase con ella la danza de la vida y dar continuidad a su especie.
De pronto... la vibración se hizo incontrolable y un haz de luz fosforescente envolvió todo su cuerpo.

Encendida por su propia bioluminiscencia interna aquel espectáculo seguro resultará demasiado tentador para sus compañeros que pronto alzarán el vuelo para acercarse a ella tratando de ser los elegidos.

Sin embargo, tanta luz en medio de la oscuridad de la noche no pasó tampoco desapercibida para una seseante víbora que serpenteaba precisamente por allí.

Excitada la serpiente empezó a perseguir a nuestra pobre protagonista en una lucha sin cuartel. La luciérnaga se resistía a su cruel destino e intentando zafarse a la carrera, pero sus patitas no competían ni de lejos con el ágil reptar de aquella víbora. Metro a metro, su depredador iba ganando terreno a una presa cada vez más exhausta hasta que ya las fuerzas le fallaron y se rindió a la evidencia de una muerte segura.

Sin embargo, antes de que la serpiente pudiese aprisionarla en un abrazo mortal todavía tuvo tiempo de revolverse para, mirándola a los ojos, preguntarle:

¿Por qué me persigues? ¿Por qué deseas matarme? yo no te hecho ningún mal y ni siquiera pertenezco a tu cadena alimenticia.
Entonces....¿¿¡¡Por qué deseas devorarme!!??

Y la serpiente respondió seseante... ¡¡PORQUE NO SOPORTO VERTE BRILLAR!!

Y según dijo esas palabras vió su propio imagén reflejada en la luz de la luciérnaga.
No sabemos muy bien si la víbora al ver su propia luz en el reflejada en aquel ser descubrió su propia esencia de luz y con lágrimas en los ojos agradeció a la luciérnaga el regalo o si al descubrir su propia luz se asustó tanto que mató a la luciérnaga en aquel mismo momento para apagar a la vez luz y reflejo... lo que si sabemos es que aquella víbora tuvo en aquel instante una oportunidad de romper el estigma que le habían colocado y descubrir su verdadera identidad de luz y deseamos de corazón que pudiese aprovecharlo, pero eso no depende de nosotros, ni de la luciérnaga y su luz sino sólo y exclusivamente de ella... y seguro que la vida que es generosa le ofrecerá, de necesitarlo, una segunda oportunidad, ¿la aprovechará?

5 comentarios:

loose dijo...

...Y se asustó tanto que hizo ademán de matarla pero una enorme fuerza interior no se lo permitió.

- Matarla a ella es como matarme yo!!....
No quiero morir en vida...No quiero permanecer por siempre escondida, en la oscuridad de mis pensamientos, de mis limitaciones y resentimiento.
¿Qué clase de vida pretendo llevar si ni siquiera soy capaz de mirarme en mi propio espejo?

-Puede que haya hecho daño, tal vez lo siga haciendo después de valorar las cosas verdaderamente importantes, qué es lo que realmente deseo, pero siempre sin intención mas que encontrar mi propia luz y ahora que la veo, ahora que la siento, ahora que apenas repto a tientas...no quisiera por nada, perderla.

-Necesito expresarme, preciso gritar...desprenderme del miedo...respirar libertad, sin culpas...sin recelo...

Y prendada de aquella hermosa luz...titilantes destellos fueron apoderándose de su cuerpo...cada vez más calmo...cada vez más completo...

Muchos besos.

Mod dijo...

Creo que la vibora no tiene la culpa, solo intenta alcanzar la luz, le llama la atención. No creo que nunca tuviera la intención de matar a la luciernaga ni mucho menos ...

Es la luciernaga la que desea morir, se ha suicidado!!, ¿Por que correr cuando puede alzar el vuelo hasta que su luz no sea advertida por la vibora? De todas formas si hubiera la posibilidad de que la vibora la alcanzase ésta la abrazaria no para matarla sino porque la admira y si la matara seria por la fuerza del abrazo y por la fragilidad de la luciernaga..

La que tiene la elección es la luciernaga no la vibora. La vibora no puede volar asi que decide la luciernaga....

Avatar Psicólogos dijo...

Muchas gracias por tu final alternativo Loose, ojalá las personas que se ponen agresivas por su propia inseguridad tuviesen el valor de hacerse esa pregunta y pudiesen enfrentarse a esos pensa-mientos que les distancian de ser ellos mismos, ojalá...

Mod, es verdad que la víbora no tiene la culpa, seguramente su inseguridad viene de los mensajes que recibió cuando estaba formando su auto concepto. Pero ahora si tiene la posibilidad y la responsabilidad de cambiar su destino y no dejarse llevar por los miedos interiores.
En cuanto a la luciérnaga, desde Avatar siempre hemos defendido que nadie nos puede hacer daño si nosotros no lo permitimos (emocionalmente hablando, físicamente es otra cosa), pero hay personas, que como la luciérnaga hembra, no tienen alas para volar y por eso otros pueden hacerles daño, está claro que si me siento dañado lo más interesante es mirar que pasa con mis alas que no me permiten volar en vez que quejarme y tratar de que sean otros los que cambien, que en cierto sentido es como un suicidio como tú dices.
También espero que las personas, además de encontrar su luz, encuentren su libertad para volar y dejar de estar afectadas por lo que los demás hacen, dice, dejan de hacer o de decir...
No podemos olvidar que todos somos un conjunto de átomos vibrando y por lo tanto... ¡pura luz!

condor dijo...

quizas la luciernaga debio quedarse en casa....

Anónimo dijo...

muchas veces en mi vida me he sentido luciernaga no consigo entender comprender, el sentimiento de otras especies. Las luciernagas solo quieren que respeten su luz ellas respetan siempre la de las demas especies, se sienten tristes por esto muy tristes ¿porque las demas especies, no solo viven y dejan vivir ?